La movida natural y orgánica gana cada vez más adeptos en Buenos Aires. Y ya no es una rareza encontrar restaurantes que ofrecen platos saludables o ferias para comprar frutas y verduras de estación 100% libres de agroquímicos y pesticidas. Hasta tienen su propia guía: Urbana y Orgánica, el primer mapa verde de Buenos Aires, donde se señalan más de 40 tiendas naturales, 20 restaurantes y 14 deliveries. “Ya no es una tendencia, sino que hay un mercado consolidado que va a seguir creciendo. El 40% de los restaurantes relevados surgieron en los últimos dos años”, explica Alexis Ansaldo, uno de los creadores de la guía. “Volcamos información que nos llevó años descubrir. Es un acortador de caminos”, cuenta.
Algunos restaurantes porteños con menúes naturales son Natural Deli, con tres locales; Meraviglia, Bio, Buenos Aires Verde, Artesano o Kensho, en el barrio de Palermo. Y también clásicos, como La Esquina de las Flores. En el caso de Natural Deli, fundada por un emprendedor inglés, combina restaurante y almacén de productos orgánicos. Cuando Michael Legge llegó a Buenos Aires descubrió que había muy poca oferta de comida orgánica y que la única opción eran las dietéticas, lugares grises y sin onda, y decidió arrancar con su propio emprendimiento. Hoy cuenta con más de 120 proveedores naturales.
También en la zona del Botánico, está Tiendas Naturales, que abrió su primer local hace ocho meses: su almacén incluye productos orgánicos como mermeladas, aceites, salsas, té y miel y tiene una panadería y pastelería natural. Proponen platos de acuerdo a los ingredientes de la temporada. Según una de sus socias, María Inza, el desafío es encontrar el punto justo entre comida saludable, pero rica y atractiva. “Cuando abrimos, el local funcionaba solo de día pero enseguida la gente nos pidió abrir por la noche y ahora es un éxito. Para esto agregamos sugerencias más suculentas, además de una variedad de vinos que incluyen opciones orgánicos. Nuestra idea es abrir un nuevo local”, adelanta Inza.
“Se está difundiendo más y surgen nuevos espacios donde poder conseguir estos productos”, cuenta Angie Ferrazzini, fundadora del mercado Sabe La Tierra, en la estación San Fernando del Tren de la Costa, donde se venden frutas y verduras orgánicas, pollos, huevos, harinas, aceites, dulces o miel de pequeños productores. Arrancaron hace seis meses y ya suman 30 puestos. “Es un mercado como los de antes. Viene mucha gente del barrio, pero también gente que lo toma como un paseo. Les gusta estar en contacto con los productores, buscan información. Hay un consumidor que sabe mucho, muy experimentado”, agrega Ferrazzini. Hay productos que no se consiguen en los supermercados –como tofu, comida macrobiótica, arroces especiales, cervezas artesanales– y talleres. ¿Algunos precios? Manzana roja a $ 8,50 el kilo, manzana verde a $ 9, limones $ 8 y naranjas a $ 7. “Lo orgánico no es caro –advierte Ferrazzini–. En algunos productos, que quizás no se consiguen en muchos lugares, puede estar un 20% o 30% arriba en precio. Pero en el resto hasta están más baratos que en el supermercado”. Tweet
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