DONDE COMER SHAWARMA EN BUENOS AIRES ARGENTINA

Conocido como “dönner kebab” en Turquía y como “gyros” en Grecia, el shawarma son unas láminas de carne asada en un asador vertical, enrolladas en una tortilla de harina sin levadura, que permite comer, bien y al paso, por menos plata que una hamburguesa. El secreto de su éxito es el combo de especias en el que se macera la carne o "baharat", que cada cocinero hereda y conserva con recelo.

Hasta hace dos años había apenas unos pocos chiringuitos en los que se podía comer buen shawarma, especiado y con yogur ácido. Pero ahora la cosa cambió y en el último año abrieron al menos ocho locales con sus torres de carne a la vista. Fuimos y probamos. Y estos son nuestros recomendados.

1. Al-Zein
Los mismos paisanos apuntan que este boliche es uno entre los más calificados. Aquí se va a comer sentado o al paso, se oyen conversaciones en árabe, música oriental y se bebe té (no hay alcohol en esta casa). Algunos detalles que le dan fama: Munzer Tarbichi, el dueño, instaló dos quemadores repujados en cobre que se operan manualmente –los automáticos fallan, asegura-, sólo usa carne kosher y el hombre que los prepara tiene velocidad y oficio. La especialidad de la casa es el shawarma de ternera ($12), que sirven con abundante relleno y un apego obsesivo a la tradición: el sabor de la carne es muy especiado, y el yogur, suave. Sale con una ligera lluvia de perejil, tomates en grandes cubos, algunas lechugas y el pan apenas esponjoso. Con uno quedás más que satisfecho, pero si te queda con hambre, probá el de pollo, con una rica preparación de mayonesa y ajo. Pronto tendrán parrilla árabe.
(Arce 488, Cañitas / T. 4775-1402)

2. Turquesa
Con el nombre que le puso a su negocio, está claro Mustafá entiende bastante de la Argentina. Abrió hace poco más de un año en un despojado local sobre la avenida Estado de Israel, por el que mediodía y noche transitan vecinos del barrio. De ahí que sus preparados se hayan ido adaptando al paladar local, aunque sostiene que su “baharat”, el combo de especias en el que se macera la carne, es un secreto de Estado y no suelta prenda cuando se le pregunta la receta. Con todo, su torre de carne da un dato: sobre ella hay siempre un trozo de grasa fundente. De modo que el shawarma es ante todo grasoso, pero bien compensado con el sabor de la cebolla cruda. Lo prepara siguiendo la tradición de Antioquía (Turquía) –donde se crió y de donde llegó hace siete años- y cuesta 13 pesos. Vende cerveza aunque no la pregona.
(Estado de Israel 4714, Villa Crespo / T. 48612102)

3. Hola Siniór
Abrió el mes pasado en corazón de Palermo Soho, frente a Kika y Belushi, los boliches más movidos de la zona. La ubicación determina los dos puntos fuertes de este local: uno, atiende desde el mediodía hasta las 8 de la mañana; dos, lo suyo no es la tradición, sino un shawarma bien elaborado y con abundantes salsas a tono con el paladar local. Lo preparan de carne, pollo o cerdo, y además de los sabores típicos podés elegir desde chutney de tomates a salsa criolla y mostaza con miel. Sus dueños son los mismos que el restaurante de comida Armenia de alta gama El Manto, de donde provienen la mayoría de los ingredientes que se emplean aquí. Claramente pensado para ser una cadena, sirven alcohol y lo único que desentona es el precio: 16 pesos el shawarma solo, 25 el combo con Stella Artois.
(Honduras 5328, Palermo / T. 4834-6118)

4. Dody Dönner Kebab
Un verdadero “arabian fast food”, más cerca de Ugi’s que de Burger King. Pero a la hora de hincarle el diente al shawarma no caben dudas de su buen sabor. Lo sirven de cordero, res y pollo, sin opciones de salsa en el preparado. Sale en un lavash apenas carnoso y bien regado de yogur, con abundante cebolla y trozos de tomate. A nosotros nos gustó especialmente el de cordero, cuyo condimentado es moderado, destacando el sabor ácido sobre los demás. Por su ubicación, es ideal para un delivery de oficina o para cortar con un breve paseo en horas de trabajo. Eso sí, el local es más para un toque y despegue que para un aterrizaje con sobremesa. A 12 pesos, un hit en zona norte.
(Rodríguez Peña 1136, Barrio Norte / T. 4812-3331)

5. Damashk
Quienes hace unos años fuimos a comer shawarma a Damashk somos los primeros sorprendidos al volver: la casa que conduce el sirio y circunspecto Balil creció lo suficiente, lo bastante diríamos, como para que tengas que esperar turno en estas noches frescas de primavera. El secreto se percibe en la lengua: emplea una condimentación un punto arriba para el promedio local, tiene fama de ser el más picante entre los shawarmas de Palermo. De ahí que sea precavido en regular la cantidad de cebolla empleada, más si el plan es seguir la noche en algún bar de la zona. Cada uno cuesta 12 pesos.
(Charcas 3816, esq. Aráoz, Palermo / T. 4833-6699)

6. Haysan
Los paisanos señalan a Haysan como una referencia. Para algunos, es uno de los más finos representantes de la cocina árabe en el país; para otros, un buen bolichón. Eso sí, nadie duda de su buen sabor. El día que fuimos a probar el shawarma podemos dar fe de que estaban todas las condiciones dadas. Los prepara de carne vacuna y de pollo. El primero es realmente muy bueno, ligeramente espaciado. Aquí la gracia es la suavidad. Un buen ejemplo de shawarma para quienes tengan el paladar delicado.
(Scalabrini Ortiz 1601, esq. El Salvador, Palermo / T. 4833-9321)

7. Oasis, la cocina de Amira
Preguntá en Tribunales dónde comer un buen shawarma. Los iniciados en esta comida te invitarán a peregrinar a este oasis en el desierto porteño. Ni estético, ni atractivo, acá todo lo que se come es al paso, elaborado por Amira y servido por su hijo. Tiene sus días, pero cuando está en sintonía con Alá, vas a comer un shawarma impecable: bien sazonado, con la carne apenas jugosa, y con abundante yogur. El lavash sale ligeramente crocante y esponjoso al mismo tiempo. Cuando tengas un minuto entre trámites, ni lo dudes. El único inconveniente es que abren sólo en días de semana y desde el mediodía hasta las cuatro de la tarde.
(Montevideo 559, esq. Lavalle, Tribunales)

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