Siguen los golpes al mercado

Están casi vacíos los restaurantes de Puerto Madero, Palermo y Las Cañitas
“La gente no come para ver a Walter Gómez”. Los viejos hinchas de River siempre recuerdan con orgullo el hit que la hinchada cantaba a fines de los 40, cuando el jugador uruguayo era figura y campeón con el equipo de Núñez. Pero la ‘canción de aliento’ tenía en la pasión y el buen espectáculo la respuesta para el supuesto ‘ayuno popular’.

Hoy, en cambio, la culpa de la menor concurrencia a los restaurantes tiene una explicación estrictamente racional: la merma en el consumo producto de los efectos de la crisis financiera internacional.

Los datos que provienen de los restaurantes son desalentadores y marcan a las claras que el consumo en servicios viene en picada. En Happening, la reconocida parrilla de Puerto Madero, aseguran que hay un 20% menos de comensales en promedio, y que los fines de semana la situación es peor. “Y el día que más se nota la caída en el consumo es el domingo, que es cuando van las familias”, asegura uno de los encargados del restaurante.

En promedio, en Puerto Madero para almorzar o cenar se gasta $ 120 por cubierto. Sin embargo, una familia de cuatro personas paga alrededor de 350 pesos.

En Sottovoce, también ubicado en Puerto Madero, afirman que la situación actual no llega a ser dramática pero que la baja en el consumo es de cerca del 40%. En otros restaurantes de la zona la caída llega hasta el 60%, según confirman en los propios locales. El mismo mapa se repite en Palermo y en Las Cañitas, otros dos lugares top de Buenos Aires.

En Las Cañitas, por ejemplo, varios restaurantes aseguran que al mediodía hay hasta un 70% menos de cubiertos. Pero si bien la situación preocupa a los dueños de los locales a la hora del almuerzo, la noche tampoco les está jugando una buena pasada.

“La gente se asustó y consume menos, y también empezamos a notar una menor presencia de extranjeros”, dice uno de los encargados del Soul Café, uno de los restó más tradicionales de Las Cañitas.

En Campo Bravo y en Azema aseguran que la crisis financiera internacional tuvo un efecto directo sobre el consumo en los restaurantes. “Nosotros enfocamos a un público joven, que tiene un nivel de consumo más elevado que el de una familia tradicional. Sin embargo, tanto en el local de Palermo como en el de Las Cañitas notamos una caída de cerca del 20% desde septiembre pasado a la fecha”, afirma una de las encargadas de Campo Bravo.

Pero a pesar de la crisis y de las menores ventas, los restaurantes todavía no parecen dispuestos a bajar los precios. Las explicaciones de por qué no lo hacen están fundamentadas en que hay costos que están estables, como los alquileres, y otros en alza, como las bebidas.

Claro que los restaurantes no son los únicos afectados por la crisis. La industria automotriz y el sistema financiero también son un reflejo de los tiempos actuales. Para más datos, ayer, un relevamiento de la Cámara de Comercio (CAC) mostró que el 79,6% de los comerciantes encuestados dijo que su nivel de ventas en relación con octubre de 2007

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