NUEVO DOCUMENTAL DE COCINA PERUANA

La cocina peruana , hoy en plena expancion mundial, sera grabada y editada en un nuevo documental que revela todos sus secretos...

Nuevo documental peruano retrata la cocina de lujo y la de olla de barro

La fascinación de los peruanos por su variopinta gastronomía es reflejada, desde distintos puntos del mundo y en las voces de los más reconocidos chefs, en el nuevo documental de Ernesto Cabellos, que estará en las salas de Lima el próximo 10 y luego hará un periplo por festivales internacionales.

"En la cocina hemos logrado esa fusión e integración que en otras áreas de nuestra sociedad no lo hemos logrado", declaró a Efe el director de la cinta "De ollas y sueños", Ernesto Cabellos, tras la presentación para la prensa local.

Según el cineasta, conocido por sus documentales de denuncia social, la comida es el mejor representante de la "peruanidad" porque "no es la creación de un caudillo, ni de un chef", sino que "es una creación colectiva, un orgullo nacional, una transmisión de saberes, de insumos y recetas, que ha pasado de generación en generación, y eso es algo único y especial".

En el documental, de 75 minutos de duración, Cabellos hace un viaje por la costa, sierra y selva del Perú para presentar la experiencia de la gente en torno a su comida, tanto en fiestas populares como en restaurantes de lujo, pero también da una vuelta por diversas ciudades del mundo que han caído rendidas a su sabor.

Así, una pareja que vive en la amazónica ciudad de Iquitos va de compras al mercado para presentar cada uno de los productos que hace único a un plato de tacacho con cecina (plátano asado con carne de cerdo desecada) y un juane (arroz con pollo envuelto en hojas de banano).

Esos mismos platos viajan luego a Londres, donde un emigrante peruano abrió el restaurante El Aguajal, que hierve de ingleses a la hora de la cena, y después llegan a la feria gastronómica Madrid Fusión, donde el "chef" peruano José Miguel Schiaffino hizo este año un despliegue de los aromas e insumos de la selva.

El famoso cocinero español Ferrán Adriá señala en el documental que el Amazonas es fundamental por la cantidad de productos que ofrece y no son conocidos en Europa.

La cinta también toca la fibra más sensible de los peruanos al asociar, indivisiblemente, sus más tradicionales fiestas, como la procesión del Señor de los Milagros o el Día de los Muertos con platos muy populares como los anticuchos (pinchos de corazón de res a la parrilla).

También asocia con dichas fiestas los postres como el turrón de Doña Pepa y los picarones (aros fritos de harina de camote y cubiertos de miel, herederos de los pestiños españoles).

En la película, Cabellos también comparte una cena de Navidad con los damnificados del terremoto de 2007 en la costeña ciudad de Pisco -en donde él vivió de niño-, alrededor de una olla común en un comedor improvisado entre los muros caídos de esa urbe.

El plato de sopa seca (fideos con pollo) con carapulcra (guiso de papa deshidratada con chancho) es uno de los preferidos por los pisqueños y esa noche fue una bendición caída del cielo.

Luego, la cámara se dirige a las orillas del lago Titicaca, a 3.800 metros sobre el nivel del mar, donde ubica el origen ancestral de la papa y se observa la preparación de una pachamanca, que consiste en un hoyo cavado en el campo cubierto por piedras calientes donde se colocan papas, carnes aderezadas, habas y choclos para cocerlos al vapor de las hierbas.

También se dirige al norte para constatar que las ollas de barro reinan en la preparación del típico arroz con pato.

El éxito de los restaurantes peruanos llega a París, Amsterdam y Nueva York, donde sus dueños hablan de sus difíciles inicios y del orgullo que sienten como "embajadores" de su cultura.

El documental será estrenado el próximo jueves 10 en copia digital en cuatro salas de Lima y estará en cartelera durante una semana, al cabo de la cual será exhibido en plazas públicas, universidades y escuelas de cocina en varias ciudades del país.

La cinta ha ganado este año el Premio del Público en el festival suizo Filmar en América Latina, y está prevista su exhibición en un centenar de festivales en los próximos tres años.

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