Fueron 110 comercios en total, la mayoría de ellos repartidos en trece departamentos de la provincia, a los que inspectores de la Afip les había labrado actas al detectarse que no emitían facturas o tickets, entre otras infracciones. Así, en sólo dos días, y tras haber sido notificados previamente hace casi un mes y considerar insuficientes los descargos presentados, el ente decidió clausurarlos, en un número que ya supera en 37% a los cierres decididos en 2010.
Entre los rubros, el gastronómico (comida, bares) está a la cabeza. Le siguen locales de indumentaria (ropa, accesorios) y emprendimientos dentro de la categoría monotributo (quioscos, drugstores y otros).
La avanzada de los sabuesos fiscales es parte del llamado Operativo Verano, que se extenderá en distintos puntos del territorio mendocino y zonas turísticas hasta el 15 de febrero.
Los comercios clausurados presentaron algún tipo de infracción al Artículo 40 de la Ley de Procedimiento Tributario. Entre las habituales se encuentran el no emitir facturas o que tengan el Código de Autorización de Impresión (permiso que se otorga a la imprenta para la confección de facturas) vencido.
Desde la Regional Mendoza de Afip informaron que "se trata de contribuyentes que tenían actas de infracción labradas por el organismo" y cuyo descargo no fue suficiente para evitar la clausura.
Pero las inspecciones no se limitaron a efectivizar los cierres. A falta de dos semanas para concluir el operativo, ya se acumulan 170 constataciones de infracciones, disparadores de otros procesos que, de prosperar, pueden determinar otras tantas nuevas clausuras este mes.
Según sea la índole de la falta, y en caso de ponderarse agravantes como los antecedentes y/o la reticencia a la fiscalización, también está contemplada la aplicación de multas que van desde los $ 300 a $ 10 mil.
A propósito, entre las causales, la no emisión de tickets y/o facturas lidera el ránking. De hecho, se detectó en 6 de cada 10 de los negocios inspeccionados. Le siguen: extensión de facturas a mano, sin uso del controlador fiscal; la falta del mismo; la no exhibición de constancia de reempadronamiento o inscripción y no tener a la vista la constancia de inscripción y de pago de monotributista.
"La emisión manual de facturas sólo podría justificarse por rotura o desperfectos en el controlador fiscal", subrayó el director regional de AFIP, Carlos Leturia, al tiempo que consideró injustificables algunos argumentos esgrimidos: "Un agente activo desde hace más de diez años no puede alegar desconocer que debe emitir facturas por encima de los $ 10. O ignorar que tenía el controlador apagado". Tweet
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