El país europeo cuenta hoy en día con mas de 70 festivales gastronómicos distintos al rededor de su territorio ,megaconocido por sus restaurantes llenos de estrellas , sus cocineros pioneros además de exportar alimentos de alta calidad a todo el mundo .
Batalla del vino, Haro, La Rioja
Foto: Batalla del vino de Haro © Rafael López Monné / Ayuntamiento de Haro
En La Rioja eso de con la comida no se juega no se aplica. Durante su Batalla del Vino de jugar es de lo que se trata, más concretamente de pelear con vino hasta que, como dicen por allí, dejes a tu oponente más morado que el Pendón de Haro. Esta alcohólica lucha hunde sus raíces en el siglo VI, en la Romería a los Riscos de Bilibio. Cientos de años de evolución la han convertido en lo que es hoy, una divertida guerra de todos contra todos en la que hay que participar vestido de blanco con un pañuelo rojo al cuello. ¿Y para comer? Caracoles o chuletillas al sarmiento, especialidades que harán las delicias de todo aquel que se anime a pasar por esta Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Raimà o batalla de la uva, Pobla del Duc, Valencia
Foto: Istock Images
Si en La Rioja se pelean con vino, en Valencia lo hacen directamente con uvas. A finales del mes de agosto, en la localidad de Pobla del Duc se monta una divertida contienda en la que el objetivo es atizarle con esta rica fruta a todo el que se menee. Se dice rápido, pero se calcula que los participantes de la Raimà llegan a lanzarse unas 90 toneladas de uva garnacha. No solo se lo pasan pipa, además celebran que la vendimia ya acabó y se deshacen del excedente de uva que ya no les hace falta. ¡Todo son ventajas!
La Chanfaina, Fuente de Cantos, Badajoz, Extremadura
Foto: Turismo de Valladolid
Si buscas algo menos belicoso y más tradicional, tú eres más de La Chanfaina extremeña. Esta fiesta arranca cuando los niños del pueblo vestidos de pastores entregan al cocinero más antiguo un cordero, cordero que el cocinero habrá de devolver ricamente preparado. El plato estrella es la chanfaina, una especialidad de la zona preparada a base de la vísceras de este animal. No te pierdas el concurso de esquileo, todo un arte casi imposible de encontrar en otra parte.
Feria de la gamba, la chirla y el boquerón, Punta Umbría, Huelva, Andalucía
Foto: Ayuntamiento de Punta Umbría
Atención amantes de los productos del mar. La Feria de la gamba, la chirla y el boquerón nació con la voluntad de dar a conocer los manjares más salados de Huelva y, tal fue su acogida, que ya ha superado su vigésima edición. Acércate hasta Punta Umbría en el momento oportuno si te apetece probar lo mejor que da estas costas. Si no eres de pescado no pasa nada. También se sirven otros productos de la tierra como jamón serrano o queso. Con hambre no te quedas, eso seguro.
Fiesta del Orujo, Potes, Cantabria
Foto: Ayuntamiento de Cantabria
No solo de anchoas y sobaos vive Cantabria. Bien lo saben en el verde valle de Liébana donde tiene lugar la llamada Fiesta del Orujo, una celebración centenaria que en 2012 fue declarada de Interés Turístico Nacional. Durante este festival sito en Potes, a los pies de los escarpados Picos de Europa, las alquitaras de la zona luchan por ser la mejor. Para hacerse con tamaño galardón, sus fuertes elixires han de conquistar los paladares de unos catadores que beben a ciegas. Mientras tanto y muchas veces un tanto ajenos a este concurso, los asistentes se dedican a empinar el codo y a pasarlo bien. Entre ellos no es difícil encontrar al orujero mayor que se nombra cada edición. Artistas como David Bustamante, Antonio Resines, Carmen Sevilla y Eduardo Noriega son algunos de los que ya han ostentado dicho título.
La Merengada, Vilanova i la Geltrú, Barcelona, Cataluña
Foto: Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú
¿Quién no ha soñado alguna vez con liarse a tartazos con el vecino? En Vilanova i la Geltrú han convertido este sueño en realidad. Bueno, más o menos, porque en esta catalana localidad más que a tartazos se lían a merengazos. Cada año al cubrir la noche el Dijous Gras, desde una pastelería de la localidad descuelgan un enorme merengue y, en ese momento, ¡estalla una batalla tan dulce como pringosa! Si quieres estar bien preparado no olvides hacer antes una copiosa xatonada, esto es, una cena en la que no pueden faltar ensaladas a base de productos de la tierra, tortillas varias ni torta de chicharrones. De postre merengue, ¡cómo no!
Fiesta de la Aceituna, Martos, Jaén
Foto: Istock Images
Decir 8 de diciembre en Martos es decir Día del Hoyo y es decir fiesta de la Aceituna. Esta es la fecha en la que cada año arranca la recogida de este fruto tan sabroso, tan sano y tan español. Esa jornada el bocao estrella es el hoyo aceitunero, un pan aliñado con aceite, bacalao y aceitunas. Pregón, música y una carrera popular son parte de las actividades que se llevan a cabo durante este evento en el que, además, uno puede ver con sus propios ojos cómo se extrae el primer aceite del año con una prensa manual de husillo. Un festival gastronómico de lo más curioso que en 2015 celebrará su edición XXXV.
Santo Tomás, Bilbao, Bizkaia, País Vasco
Foto: © badcrc / Flickr.com (Creative Commons)
Los 22 de diciembre Bilbao recupera su sabor rural. Lo hace con un mercado en la Plaza Nueva del Casco Viejo, un ágora que por un día vuelven a ocupar productos y animales que llegan directamente de los caseríos de toda Vizcaya. La ciudad entera se vuelca con esta festividad y se lanza a la calle para comer un buen talo con chorizo. Para beber lo que se estila es el txacolí (vino blanco) o la sidra. Hay ambientazo en El Arenal cuando está a punto de empezar la Navidad.
Jornada del Mondongo, Matapozuelos, Valladolid, Castilla y León
Foto: Istock Images
Pero las citas gastronómicas de calidad no necesariamente tienen que ser multitudinarias. Es el caso de la Jornada del Mondongo que celebra Matapozuelos, provincia de Valladolid. En ella se puede ver y aprender todo lo relativo al mondongo, una fiesta muy tradicional que gira alrededor del cerdo, la matanza y su posterior elaboración. Una actividad que no parece muy agradable de entrada pero que te dejará un muy buen sabor de boca al primer mordisco del producto que van a preparar. Muchas tapas y música tradicional es lo que por allí a encontrar.
La Tomatina, Buñol, Valencia
Foto: Istock Images
Un clásico entre los clásicos y, casi con toda seguridad, el festival gastronómico español más popular fuera de nuestras fronteras. La Tomatina estalla cada año las calles Buñol y no cesa hasta que todos sus combatientes acaban pringados. Esta divertida guerra de tomate se salda con la friolera de más de 20.000 personas manchadas y unas 140 toneladas de tomate espachurrao. Un festival, un evento, una fiesta en la que todos deberíamos participar al menos una vez en la vida.
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