"Un talento". "Uno de los mejores jóvenes chefs de Argentina". Dueño de "una creatividad que brilla entre sabores" y de un desparpajo que le permite "romper las reglas". Estas son algunas de las palabras con las que la prensa especializada ha descripto a Diego Jacquet, el argentino que supo conquistar Londres de la mano del asado, el vino y el chimichurri.
Llegó hace 7 años, después de un derrotero que lo llevó por rincones distantes del mundo: Nueva York, Estocolmo, Barcelona, San Sebastián y su Esquel casi natal fueron algunas de sus casas. Todo comenzó luego de recibirse en la escuela de Francis Mallman. Con el sueño de trabajar con el entonces mejor chef del mundo, Alain Ducasse en Mónaco, Diego hizo las valijas y voló a Europa en 1998. Desde San Sebastián, golpeó todas las puertas para llegar al principado, pero no pudo. Sin embargo, no le fue nada mal. Con el desparpajo con el que se anima a romper las reglas en la cocina, combinar sabores y texturas impensadas, levantó el teléfono y preguntó por Ferrán Adriá. El famosísimo cocinero catalán lo atendió y le ofreció una pasantía. Pagaban sólo casa y comida.
13/5/10
COCINERO DIEGO JACQUET DE BUENOS AIRES A LONDRES CON ESCALA EN EL BULLI
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario