google.com, pub-2719367759049875, DIRECT, f08c47fec0942fa0 FURA DELS BAUS Y GASTRONOMIA ARGENTINA ANDONI LUIS ADURIZ | Cocineros Urbanos

Gastronomía del mundo moderno en donde el cuchillo no conoce a su dueño

23/7/11

FURA DELS BAUS Y GASTRONOMIA ARGENTINA ANDONI LUIS ADURIZ

El grupo de teatro catalán llega a la Argentina y estará presentando un nuevo espectáculo en el que combina teatro y gastronomia , el cocinero Andoni Aduriz estará a cargo del menú...

"Nos seguimos reinventando en busca del espectáculo total", dice a Télam Pep Gatell, a cargo de la dirección de esta nueva producción de la compañía catalana, conocida internacionalmente por su peculiar estilo y por abordar siempre nuevos retos en el campo de las artes escénicas.

Con "Degustación de Titus Andronicus", la Fura retoma el "lenguaje furero", que se caracteriza por el predominio del cuerpo y la tecnología; así como la invasión del espacio del público, que se convierte en parte fundamental del espectáculo; pero no se queda ahí sino que incorpora el teatro de texto y la cocina.

"La tragedia de Shakespeare ‘Tito Andrónico’ ofrecía un final ideal, un banquete caníbal que nos permitía abrir la puerta a un universo que jamás habíamos explorado, la gastronomía", asegura Gatell.

Para ello, la Fura cuenta con un grande de la cocina, el chef Andoni Luis Adúriz, del restaurante vasco Mugaritz, uno de los mejores del mundo, quien durante el espectáculo cocina diversos platos inspirados en recetas de la antigua Roma, que ofrece a los asistentes, una treintena de los cuales son convidados sobre el final a un “banquete real”.

Precisamente en esta escena del ágape antropófago, en la que los invitados al festín de Titus devoran la carne de dos prisioneros, el chef ofrece un apetitoso cochino ibérico, un plato que no ha sido elegido por azar.

“Esta carne es la que más se parece a la humana”, dispara Gatell.

Al incorporar la cocina, la dimensión “aromática y gustativa” pasan a formar parte de la acción.

“En el caso de los aromas -dice el director de la puesta-, actúan de una forma muy subliminal. Con la música te podés tapar los oídos si no te gusta, y con las imágenes podés taparte los ojos para no verlas, pero con los olores siempre se llega tarde”, reflexiona.

“Jugamos mucho con eso -agrega-, hay veces que los olores acompañan la acción y otras que van en contra. Por ejemplo, podés estar viendo algo terrorífico pero a la vez sientes que están cocinando algo dulce, y tu memoria se confunde”.

Pep remarca que si bien esta vez la Fura no construye “espacios caóticos”, “la experiencia es extremadamente sensorial y requiere de la máxima atención del espectador, al que lleva hasta el límite”.

Otro de los elementos de ruptura es que en "Degustación de Titus Andronicus", la Fura deja “el mundo de la sugerencia por el mundo del texto”.

“Todos tienen que entender de qué va la tragedia, saber cómo se va mascando, y a través de lo visual no quedaba muy claro”, sostiene el director.

“Era muy complicado hacer que el texto se adaptara al lenguaje furero, porque las velocidades de uno y otro lenguaje son distintas”, revela.

Sin embargo, esta tarea se vio facilitada porque la obra en la que se inspira el espectáculo, “Tito Andrónico” de William Shakeaspeare -la primera de sus tragedias, que en esencia contiene las tragedias que escribirá más tarde, como Romeo y Julieta o Julio César- es una pieza cuyos personajes pasan de la venganza al perdón, del amor al odio, del bien al mal con mucha rapidez.

“Esto nos iba bien para adaptarlo al lenguaje furero”, sostiene Gatell.

Por otro lado, “trabajamos con uno de los traductores de Shakeaspeare al castellano más importantes, Salvador Oliva, y conseguimos depurar el texto, de más de 150 páginas, hasta dejarlo en 30”, detalló.

“Nos importaba el relato, por eso elegimos los textos del bardo que eran absolutamente esenciales para explicar la historia, y dejamos la poética para otras disciplinas que conviven en el montaje, como la música, el cine, la luz y la tecnología”, sostiene Pep.

La Fura construye un espectáculo en el que ninguna disciplina sobresale del resto. El espacio escénico es como un cubo, con el público en el centro, rodeado de pantallas y unas pasarelas metálicas, en una de las cuales se sitúa una moderna cocina donde el chef y sus ayudantes cocinan mientras impregnan el lugar con diferentes aromas.

“A veces las pantallas son fondos de escenografía, otras veces acompañan una acción o son pensamientos del actor o son espacios escénicos que forman parte de la acción”, indica el director.

En cuanto a la música, a diferencia de otros espectáculos fureros, que se parecen mucho a un concierto, en este caso se parece más a “una banda sonora de una película”.

Por su parte, el público vuelve a tener un rol protagónico dentro de la obra, ya que la acción se inicia y ellos se convierten inmediatamente en “ciudadanos de Roma”, que están siendo parte de unas elecciones.

Los espectáculos y acciones puntuales de la Fura suelen causar gran impacto, tanto en la crítica como en el público internacional. En esta ocasión, con Titus Andronicus, la compañía catalana nos invita a reflexionar sobre cómo reaccionamos ante las tragedias que nos rodean.

“La tragedia sucede a nuestro alrededor pero seguimos comiendo”, apunta Pep, quien anima al público a apuntarse en la web de la Fura dels Baus para ser parte del grupo de 30 privilegiados que serán convidados con este banquete caníbal.

La Fura dels Baus se presenta del 3 al 7 de agosto en GEBA, y posteriormente actuará en Rosario y Mendoza.

Durante el tiempo que estén en Buenos Aires, cinco restaurantes de la ciudad –Aramburu, Sucre, Café San Juan, Freud and Falher y La Vinería de Gualterio Bolívar- ofrecerán un menú “Titus Andronicus”.

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