google.com, pub-2719367759049875, DIRECT, f08c47fec0942fa0 COCINAS ABIERTAS AL PUBLICO | Cocineros Urbanos

Gastronomía del mundo moderno en donde el cuchillo no conoce a su dueño

2/8/15

COCINAS ABIERTAS AL PUBLICO

http://www.nosotras.com/wp-content/uploads/2014/08/abrassame-2.jpgNo hace muchos años, la cocina era un territorio infranqueable, un lugar sagrado y secreto, el rincón donde los chefs ponían a salvo de miradas indiscretas sus recetas y técnicas especiales.
Se consideraba, además, un espacio poco noble, una cosa fea para el comensal.
Pero el muro cayó y ahora apenas hay restaurantes nuevos que sigan escondiéndola tras una puerta; ahora está de moda  abrir la ventana, mostrar el trabajo de los cocineros, dar valor a lo que uno come, distraer al cliente también con la vista.
De ahí, a instalar  mesas en las que uno casi puede tocar los fogones, sólo había un paso. Y ese paso se dio en varios establecimientos. Y el siguiente también se ha dado: la imaginación. No es sólo poner una mesa en la cocina, también en lugares especiales para que no sean los típicos reservados donde comer con intimidad..

 Muchas estrellas de los fogones citan a Mibu (Tokio): una mesa única de ocho plazas a la que sólo pueden acceder los 300 socios del local y sus invitados.
Ambiente zen en 20 metros cuadrados, los que ocupa el establecimiento, sin sitio para más comensales.
 A nivel internacional, la sensación es Osso (Lima), donde el carnicero Renzo Garibaldi tiene una mesa de despiece en una salita donde cocina para 10 personas que comen lo que dice él; y lo hacen con las manos, "sin botella de vino en la mesa para que no se derrame porque es mi mesa de trabajo”, explica el chef.
También fue único El Somni de los hermanos Roca, una ópera gastronómica de 12 actos que fundía la gastronomía en una cena con 12 platos y 12 vinos con otras tantas disciplinas artísticas, algo similar al Sublimotion de Paco Roncero en el Hard Rock Hotel de Eivissa.

Pasión en Barcelona
Ángel León se acaba de sumar a la lista de profesionales que ofrecen una experiencia distinta.
En el Hotel Mandarin Oriental de Barcelona se prepara una mesa para 12 comensales que se sientan ante la cocina, donde el chef del mar o su segundo, Ismael Alonso, explica cada plato y lo acaba ante la mirada curiosa de los clientes de todo el mundo. 
El menú, con platos de Aponiente (dos estrellas Michelin en El Puerto de Santa María), cuesta 157 dólares con maridaje.
El cocinero no tenía claro el éxito de su propuesta ("es que juntar en la misma mesa a gente que no se conoce”), pero se equivocaba; durante los primeros días llenó el local  con una semana de antelación.


Lasarte, recién reformado para ganar espacio, lujo y comodidad en busca de la tercera estrella, incorporó  un reservado acristalado ubicado sobre la cocina, lo que permite ver trajinar a los cocineros. Tiene cabida para ocho personas, a las que se les ofrece un menú con productos de temporada de 13 platos con maridaje a 386  dólares  por persona que sirve el chef Paolo Casagrande, una de las estrellas de la nueva cocina italiana.

Comer Barcelona
Ca   elis Se trata de otro restaurante con estrella que lleva 10 años con la table du chef, que está en la cocina y tiene cabida para 6 personas. Allí sirven los mismos menús al mismo precio que en la sala.
Yasin  Este restaurante  tiene un reservado especial, está en el interior de la torre de defensa número 28 de la muralla romana Barcelona, del siglo IV, que forma parte del establecimiento. Las paredes conservan frescos medievales originales. Atmósfera histórica para grupos y una de las cavas mejor ponderadas de Europa.

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